Diabolín, exquisitos pasabocas crocantes de queso, leche, sal y almidón de yuca típicos de la Costa, con una tradición de 300 años de antigüedad en la gastronomía sucreña. Los panecillos en forma de diábolo duros por su fabricación artesanal, asados en los indígenas hornos de barro en los patios de las casas pobres, en los últimos 20 años pasaron de ser un elemento más de las comidas campesinas para posesionarse en el stand del mercado regional con una demanda que supera la oferta.